miércoles, 29 de junio de 2011

MEDALLA DE ORO PARA HABLA Nº 6 - CINVE MIAMI

Han concedido a HABLA Nº6  la MEDALLA DE ORO en el prestigioso Concurso “Cinve Miami 2011” en Estados Unidos. Cuyo jurado está compuesto por importantes sumilleres, importadores de vino, técnicos especializados y dirigido por María Isabel Mijares.

Para HABLA, para sus consumidores y equipo es un gran reconocimiento al trabajo llevado a cabo con la máxima dedicación y esmero, el que se les galardone en este Concurso de gran repercusión Internacional.




HABLA Nº 6
Tipo de vino: Tinto con Crianza
Graduación alcohólica: 14% Vol.
Variedad de Uva: 100% Syrah

Vino de carácter extrovertido, sensual y atractivo con toques exóticos en nariz a fruta de la pasión, mango, café y boca aterciopelada, dejando un agradable sabor a frambuesa.

Color: Ciruela negra con toques violáceos.

Nariz: Compleja e intensa con notas a frutas exóticas mezclado con toques pizarrosos y de regaliz.

Boca: Delicada, aterciopelada, equilibrada y carnosa con un post-gusto largo a frutas del bosque.

Es un vino especial que no se merecía menos, no dejen de probarlo!!!

martes, 28 de junio de 2011

REFLEXIÓN

Amigos, después de casi un mes en funcionamiento y con motivo de mi post nº 60 voy a empezar a introducir (una vez hablado de qué es el vino y cómo se elabora) aquellas noticias, publicaciones y curiosidades que nos interesan a los que somos amantes del mundo del vino, también he abierto un apartado de enlaces y quiero abrir otro apartado de catas de los diferentes vinos que se elaboran por toda la geografía española.


Daros las gracias a todos los que me seguís de cerca y a los que amablemente respondéis a mi encuesta semanal, así como los que nos siguen a través de mail, facebook, twitter, etc.

Salud y Mucha Mancha!!

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EL CONSUMIDOR

VINO ESPUMOSO NATURAL: ELABORACIÓN DEL CAVA

VINO ESPUMOSO NATURAL

Es el procedente de uva de variedades adecuadas que contiene, como consecuencia de su especial elaboración, gas carbónico de origen endógeno, y que al ser descorchada la botella y escanciado el vino forma espuma de sensible persistencia, seguido de un desprendimiento continuo de burbujas.
El gas carbónico habrá de proceder de una segunda fermentación de los azúcares agregados o naturales del vino, realizada en envase cerrado, y el producto terminado deberá tener una presión mínima de 4 atmósferas medidas a 20ºC.




Tipos de vinos espumosos naturales

Según la forma de elaborar el vino espumoso se diferencian tres tipos:

Cava
Granvas
Fermentación en botella

Más adelante veremos en que radica la diferencia de un tipo a otro.


Elaboración del Cava

Para entendernos fácilmente y a un nivel muy básico, diremos que el Cava se obtiene por la segunda fermentación de un vino que se ha inducido voluntariamente con la adición de azúcar y levaduras.

Se utiliza para elaborar el Cava el metodo "Champenoise" en el que proceso de elaboración y crianza se realiza en la misma botella en la que se ha efectuado el tiraje. Aunque la mayor parte del Cava se elabora en Cataluña, éste es un tipo de vino que se elabora en bastantes regiones vitícolas españolas, acogidos a la Denominación de Origen Cava.
Fundamentalmente del noreste como Aragón, La Rioja, Navarra, pero también en Levante, e incluso zonas del sur como Extremadura.
Hay otros espumosos que se elaboran por el metodo Champenoise pero que no tienen derecho a la D.O. Cava, normalmente no suelen elaborarse con las uvas tradicionales del cava si no con otras uvas.


1.- Obtención del vino base
Lo más habitual es realizar distíntas vinificaciones de las variedades Xarel-lo, Macabeo o Viura, y Parellada, cuyos vinos una vez obtenidos se mezclan en las proporciones adecuadas (Coupage) para producir el vino base que debe tener unas determindas características, una importante es que el grado alcoholico del vino base sea moderado, no muy alto, pues posteriormente se va a producir una cierta cantidad más de alcohol en la segunda fermentación.
También está permitido en el Coupage mezclar con vino base de otras cosechas, o mezclar con otras variedades como Garnacha o Monastrell (frecuente en los cavas rosados ), Chardonnay, Malvasía (frecuente en los cavas producidos en la Rioja ).

2.- Embotellado del vino base con adición del licor de tiraje
Con el objeto de provocar la segunda fermentación se añade el denominado licor de tiraje compuesto por azúcar (sacarosa preferentemente porque ésta origina con más facilidad la espuma y levaduras fermentativas).
Por cada 4 g. de sacarosa añadidos se genera posteriormente 1 atmósfera de presión en el interior de la botella.
La botella se cierra con un dispositivo metálico. Lógicamente al iniciarse la fermentación se forma gas carbónico que va incrementando la presión dentro de la botella a unos niveles previstos.

3.- Fase de fermentación y depósito de lías (período mínimo de 9 meses).
En esta fase de fermentación interesa que ésta sea lo más lenta posible si lo que queremos es obtener un espumoso de calidad. De hecho aunque el mínimo son 9 meses, se encuentran frecuentemente cavas de 12, 18, 24 meses y hasta de 3 y 5 años.
a) Fase de Rima: nada más realizarse el tiraje, se apilan las botellas horizontalmente, las levaduras empiezan a trabajar y se va produciendo carbónico y enturbiándose el vino debido a las lías que son sustancias en suspensión de partículas, restos de las uvas del coupage, y que son un factor determinante para la buena calidad del cava.  


b) Fase de Pupitre: como ls lías hay que eliminarlas posteriormente, se va tornando la botella a una posición más vertical por lo que se sitúan en posición intermedia (inclinadas), éste es un movimiento que se hace cuidadosamente, generalmente botella a botella.
Los movimientos bruscos serían desaconsejables para la calidad del vino, comprometen entre otras cosa el normal autolisado de las levaduras, que es el proceso por el cual las levaduras, una vez que han acabado la fermentación, se autodesintegran , liberando unas sustancias químicas (grupos aminos) que en combinación con otras sustancias del vino van a originar compuestos aromáticos de gran calidad en el espumoso.



c) Fase de Punta: finalmente y también cuidadosamente se va girando la botella a posición totalmente vertical, con el cuello, que es donde se han depositado las lías boca abajo, para extraer mediante la fase siguiente las lías.


En estas tres fases detalladas, lo que se realiza al mover cuidadosamnete las botellas se denomina el removido, es deseable que se realize manualmente, aunque es frecuente encontrar palets giratorios que facilitan bastante la labor en las grandes producciones.

4.- Degüelle
Se congela el cuello de la botella formándose un bloque de hielo con todas las lías, de esta forma se favorece su expulsión al abrir el tapón y además se evita la perdida de anhidrido carbónico y líquido.

5.- Adicción de licor de expedición
Eeste paso sólo es en los cavas no secos, se añade una determinada cantidad de sacarosa que depende del grado de dulzor que queramos obtener.
El grado de dulzor de los cavas determina estos tipos:
Extrabrut: < 6 g/l.
Brut: < 15 g/l.
Seco: 15-33 g/l.
Semiseco: 33-50 g/l.
Dulce: > 50 g/l.

La diferencia de los tres tipos de espumosos naturales son las siguientes:
1.- Periodo que transcurre desde el tiraje al degüelle/adición del licor de expedición:
Cava: mínimo 9 meses
Fermentación en botella: mínimo 2 meses
Granvas: mínimo 21 días
2.- Fermentación en botella: realizan la segunda fermentación en botella, pero no hay degüelle y la adicción de licor de expedición es en depósito, donde posteriormente se eliminaran las lías.
3.- Granvas (gran envase): la segunda fermentación la realizan en depósito, no en botella, y logicamente tampoco hay degüelle, eliminándose las lías en depósito.

Vemos pues que aunque no hay grandes diferencias en el procedimiento de obtención de los tres tipos, la unión de una fermentación lenta en el tiempo y en botella y con mínimas oscilaciones y el degüelle, hacen del espumoso natural tipo Cava un producto de una calidad media sensiblemente superior a la de los fermentados en botella o granvas.





lunes, 27 de junio de 2011

PROCESOS DE ACABADO Y ANÁLISIS SENSORIAL DEL VINO

PROPIEDADES ORGANOLÉPTICAS

El vino posee ciertos atributos que inciden de forma grata en la mayoría de los sentidos (todos excepto el oído y el tacto). Por ejemplo: los aromas afectan a los sentidos del olor, los diferentes sabores presentes en el vino al gusto, los colores a la vista. Todos ellos suelen tener un origen químico que se ha ido identificando poco a poco a lo largo de finales del siglo XX y comienzos del XXI. La cata de vinos arroja una variedad de propiedades como pueden ser el color, el sabor (dentro del sabor está una amplia gama de propiedades como la longitud, el retrogusto, etc.), el olor (que se compone de aroma, bouquet, cuerpo, etc.).


 

Color

Las antocianinas son las responsables principales del color rojo en el vino. Las antocianinas se encuentran en diversas frutas cumpliendo una misión similar. Este compuesto químico se encuentra en la capa exterior de la piel de la uva y durante el proceso de maceración se extrae antes que los taninos. La mayoría de los mostos (incluso los de uvas negras) son incoloros, así que la maceración es un proceso importante en la coloración de los vinos. Existen variedades de vitis vinífera que se clasifican como teinturier por aportar ya en el mosto un color rojizo (unas de las más conocidas son la Alicante Bouschet, Saperavi y Dunkelfelder), pero estas variedades son una excepción. En algunas ocasiones los vinicultores introducen pequeñas cantidades de estas variedades teinturier con el objeto de potenciar el color rojo de sus vinos. El color rojo o rosado depende, por completo, de la forma en que se extrae los antocianinas de la piel de la uva durante el proceso de fermentación.
Las antocianinas son un grupo de glicósidos de la cianidina (azul), la delfinidina (azul, puede verse en berenjenas, granadas, fruta de la pasión), la malvidina (púrpura), la pelargonidina (rojo), la peonidina (rosado) y la petuidina. Durante la maceración la proporción de antocianinas azules cambia hasta virar desde colores púrpura-rojizos a anaranjados. En los vinos jóvenes el color es debido principalmente a las antocianinas, pero como son compuestos químicos no estables se van enlazando con los taninos formando polímeros más estables y con capacidad de pigmentación.


 

Sabor y aroma

Los principales componentes de sabor en la uva son los azúcares, los ácidos y los polifenoles. Estos tres compuestos proporcionan al vino tres de los cinco sabores básicos: dulce, ácido y amargo. De todas formas existe una gran cantidad de substancias en las uvas que acaban proporcionando un sabor, estas substancias se presentan en cantidades ínfimas (medidas a veces en partes por millón, e incluso en partes por billón, o por trillón). Todas estas substancias dan a la uva un sabor característico denominado sabor primario. El sabor primario caracteriza a la variedad de la vitis vinífera. La mayoría de los componentes de sabor se encuentran ubicados en la parte interior de la piel de la uva, es por esta razón por la que el prensado ocupa un proceso fundamental a la hora de proporcionar sabores primarios al vino. En algunos vinos generosos como el jerez, o el fino, existe un pequeño "toque" de sabor salado debido al ambiente salino que rodea la maduración.

En enología existe una distinción entre aroma y bouquet. El aroma es un olor específico proveniente de la variedad de uva empleada, mientras que el bouquet es un olor característico de la forma de procesar el vino. De esta forma, por ejemplo, dos vinos de la misma uva poseen el mismo aroma, pero distinto bouquet (si se han madurado de forma distinta). En muchos vinos los aromas de las uvas con un fuerte tono floral es debido a la presencia de un grupo de substancias denominados monoterpenoides, los monoterpenoides son un subgrupo de un gran número de compuestos denominados terpenoides, todos ellos derivados de la unidad isopreno ([C5H8]). Por ejemplo, la uva moscatel posee una gran cantidad de monoterpenos, otras variedades con contenidos en terpenos derivados de la uva moscatel son la Gewürztraminer, la Moscatel de Alejandría, etc. Entre los compuestos que proporcionan aroma se encuentran los glucósidos. En los vinos basados en la uva moscatel se suele hacer que el mosto incremente su contacto con los hollejos (que son las zonas con mayor contenido de terpenoides). Los aromas vegetales (aromas herbáceos) en el vino provienen de las pirazinas (otros alimentos que contienen pirazinas son: el café, la cerveza, los espárragos, etc).

Algunas variedades procedentes de América como son: vitis labrusca y la vitis rotundifolia (así como sus híbridos) poseen un aroma característico que durante muchos años se ha denominado "foxy" (zorrito). Se ha detectado que ese olor corresponde al compuesto: metil antranilato (C8H9NO2).




POSOS Y DECANTACIÓN

La formación de sedimentos es un fenómeno natural en los vinos. Es el resultado de no haber intervenido de forma radical en el proceso de elaboración y crianza, mediante fuertes clarificaciones o intensas filtraciones. No sólo no son defectos del vino, sino que son síntomas de calidad y respeto a una forma de trabajo natural.
Con el paso de los años se forman esencialmente dos tipos de sedimentos: los tartratos y la materia colorante.
Los tartratos son cristalizaciones naturales procedentes de la uva. El más habitual es el Bitartrato Potásico, sales del ácido tartárico que precipitan por la acción del frío y del alcohol. Los vinos más viejos también tienen una precipitación de la materia colorante.




La forma de actuar ante los sedientos es tan sencilla como proceder a su decantación. Debemos tratar con cuidado la botella, sin moverla ni agitarla. Una vez descorchada, recordando que lo que debe moverse es el sacacorchos y no la botella, la decantamos lentamente en una jarra de cristal transparente. Cuando veamos que el líquido sale turbio acabaremos el proceso, dejando los posos en la botella.



COMPOSICIÓN DEL VINO Y DEL MOSTO

Para comprender lo que es el vino desde el punto de vista de sus componentes hay que distinguir la composición de los compuestos cuando es una uva, al ser mosto y posteriormente vino. El mosto antes de la fermentación se compone principalmente de agua y azúcares, así como ácidos (málico y tartárico), además otros componentes químicos en menor cantidad son responsables de la composición final del vino. La fermentación alcohólica transformará gran parte de los azúcares del mosto en alcohol etílico, pero dejará otros compuestos interesantes: glicerina. Algunos de estos compuestos, que están presentes en menos medida, dan un cierto carácter a la cata de vino, tal y como es la presencia de taninos, los taninos se encuentran en las pieles de las uvas y se pueden considerar como un conservante natural que permite a los vinos envejecer por más de cinco años. No obstante y sobretodo, en el Aljarafe sevillano, también se le llama mosto al caldo de uva fermentado y encubado durante unos cuarenta días, con un grado alcohólico aproximado de 12%.

Otros elementos se añaden al vino de forma artificial y componen lo que se denomina aditivos del vino, estos aditivos tienen por objeto estabilizar algunos compuestos (proteínas, cristales de tartarato, etc), reducir el nivel de ácidos, agentes antioxidantes (ácido ascórbico), agentes antimicrobianos (dióxido de azufre, ácido sórbico, sorbatos, ácido benzoico, ácido fumárico).

Carbohidratos === Los principales carbohidratos presentes en el mosto son la glucosa y la fructosa, otros carbohidratos se encuentran en la uva pero en proporciones insignificantes.
La concentración de azúcar en la uva o en el mosto se suele medir en EEUU en oBrix, mientras que en Europa se hace en grados Baumé. La concentración de azúcares es crítica para el desarrollo de las levaduras durante la fermentación, la principal levadura del vino (Saccharomyces cerevisiae) se alimenta principalmente de glucosa y fructosa. Los azúcares no consumidos tras la fermentación se suelen denominar azúcares residuales (suelen ser pentosas como la arabinosa, la ramnosa y la xilosa). La concentración de estos azúcares residuales puede aumentar durante la maduración en madera debido a la escissión de moléculas de glucósidos presentes en la madera.

El azúcar residual es importante en la tonalidad dulce de un vino, mientras que la presencia de azúcares no residuales afecta sólo a la fermentación. La presencia de azúcares residuales en los vinos da lugar a una clasificación entre vinos secos y vinos dulces. Por regla general la presencia de una concentración de azúcares de menos de 1.5 g/litro hace que el paladar no detecte el sabor dulce, por encima de un 0.2% del volumen los sentidos empiezan a detectar el sabor dulce del vino. La mayoría de la gente detecta un dulzor si alcanza una concentración de un 1%. La presencia de taninos, ácidos así como el etanol. Durante el madurado algunos azúcares sufren un cambio estructural y acaban dando pigmentos oscuros al vino, este es el caso de la melanoidina detectada en vinos generosos como el jerez, madeiras, etc. Se trata de una variante de la reacción de Maillard.

Alcoholes

La fermentación alcohólica es un proceso metabólico anaeróbico (en ausencia de oxígeno) que permite a las levaduras (Saccharomyces cerevissiae) consumir los azúcares del mosto para liberar dióxido de carbono y alcohol etílico (etanol de fórmula CH3-CH2-OH) que permanece en disolución el vino final.
La concentración de alcohol se suele medir en porcentaje de volumen total. El contenido de alcohol etílico varía dependiendo del tipo de uva y de las condiciones, por ejemplo en los vinos de mesa está entre los 7%-14%, en los espumosos: 11%-13%, en el jerez y otros vinos encabezados 16%-18% y en el oporto así como en vinos de postre suele estar por debajo de 17%. La forma más común para averiguar el contenido de alcohol en un vino es medir el punto de ebullición.
Los vinos poseen además pequeñas cantidades de otros alcoholes como puede ser alcohol metílico (CH3OH), no son resultado directo de la fermentación, sino de la hidrolización de las pectinas (existente en la piel de la uva) mediante acción enzimática.

Debido a que la pectina se encuentra más en la piel que en el mosto, los vinos blancos contienen mucho menos alcohol metílico que los vinos tintos. En algunas ocasiones se pre-calienta el mosto para que elimine este contenido metílico y quede en concentraciones por debajo de las 30 ppm. Informes del contenido de metanol en vinos de todo el mundo indican concentraciones de 60 mg/litro (en un rango que va desde 40-120 mg/litro) para los vinos blancos y 150 mg/litro (en un rango de 120-250 mg/litro) para los vinos tintos. A pesar de ser el maetanol tóxico, las cantidades que poseen el vino no son del todo malignas ya que las dosis letales de 340 ml/kg de peso, hace que una persona media de 70 kg tenga que tomar aproximadamente dos centenas de litros.

Existen además otros alcoholes en muy pequeña concentración, como pueden ser los polialcoholes, uno de los más importantes tri-alcoholes es el glicerol (glicerina) y su concentración está relacionado directamente con la temperatura de fermentación, con el contenido global de alcoholes (mayor alcohol, mayor cantidad de glicerol) y con el color del vino (mayor en vinos tintos que blancos). La concentración de este alcohol es mayor en los vinos de mesa. El contenido medio de glicerina en los vinos suele estar entre los 15-25 g/litro.

La glicerina se sintetiza en gran parte gracias al hongo Botrytis cinerea, aunque hay cierta presencia de en las uvas sanas. Suele haber un mayor contenido de glicerol en las fermentaciones a alta temperatura (esta es la razón por la que los vinos tintos suelen tener un mayor contenido de glicerol). El glicerol es un líquido denso y con un sabor dulce (aprox. 70% de la glucosa) y su presencia aporta dulzura y una sensación de llenado en boca. Se detecta fácilmente por dejar una especie de lágrimas en las paredes interiores de las copas.


Otro poli-alcohol presente en el vino es el eritritol y su concentración depende de la cepa de la levadura que fermenta el vino, por ejemplo la Saccharomyces cerevissiae tiene menos efecto en la concentración de eritritol que por ejemplo la levadura salvaje denominada kloeckera apiculata (se trata de una levadura que no tolera concentraciones de alcohol y muere en los primeros pasos de la fermentación). El arabitol, el manitol, el sorbitol (hexa-alcohol isómero del manitol), el inositol (hexa-alcohol frecuente en frutas). Casi todos estos polialcoholes aportan dulzura al vino y poseen la característica de ser resaltadas sus concentraciones cuando la podredumbre noble de la uva está presente.

Ácidos

Los ácidos tienen una capacidad de conservante del vino, resulta necesario en aquellos vinos que se diseñan para añejar. La presencia de una cierta cantidad de ácidos hace que se refuerzen de forma natural otros sabores del vino en la cata. Casi la mitad del aporte de acidez lo tiene la presencia del ácido málico, su misión es la de detener la maduración de la fruta en especial durante el periodo caluroso. Su concentración en la uva es uno de los indicadores de la época de vendimia. El ácido tartárico es otro de los ácidos presentes en la uva, por regla general reacciona con el potasio de la uva dando lugar a tartaratos potásicos. El a. tartárico se encuentra presente en muchas frutas pero su concentración es mayor en la vitis vinifera (y en el fruto del tamarindo).

Durante la fermentación las levaduras generan pequeñas cantidades de ácido acético (un vino suele tener menos de 300 mg/litro) y su concentración refuerza los olores y sabores, proporcionando "complejidad". La presencia de acético hace que se sinteticen ésteres de acetato que proporcionan aromas afrutados. Los ácidos en el vino tienen un efecto antimicrobiano ya que muchas variedades no crecen en ambientes de pH bajo. El ácido succínico está presente en el vino debido a la fermentación, posee un sabor mezcla entre salado/agrio. El ácido láctico está presente en pequeñas cantidades a no ser que se haya forzado la fermentación malo-láctica a costa de consumir ácido málico (lo que hace que el pH global aumente).

Ésteres

Los alcoholes juegan un papel muy importante en la operación de maduración, tras la fermentación, ya que reacionan con los ácidos naturales de la uva para formar ésteres (esterificación). De todos los grupos funcionales existentes en el vino, los ésteres son los más abundantes: identificados cerca de 160 diferentes.
Los esteres se suelen categorizar en enología en dos categorías: los que provienen de reacciones enzimáticas (butanoato, exanoato) y aquellos que se forman químicamente por esterificación. Los esteres son los principales componentes responsables de aportar al vino un bouquet.


Muchos ésteres tienen un aroma característico a frutas, lo que hace que hace que remenmoren a fragancias de frutas durante la cata. Existe no obstante otras clasificaciones de ésteres orientadas a la cata de vinos, y se dividen en ésteres volátiles y no-volátiles. Uno de los ésteres volátiles más importantes y que se encuentra presente en el vino es el acetato de etilo. Por regla general los vinos jóvenes suelen tener una mayor concentración de ésteres volátiles. Cada ester posee un umbral por debajo del cual no es perceptible por la mayoría de los humanos.

Compuestos nitrogenados

Los compuestos nitrogenados son fundamentales en el mosto para que sea posible la correcta fermentación. Entre los aminoácidos predominantes en las uvas está la prolina y la arginina. La razón de prolina/arginina varía significativamente en las diversas variedades de la vitis vinífera. La prolina forma parte importante del metabolismo del nitrógeno en las levaduras. Como segundo grupo de aminoácidos dominante se tiene la glutamina y la alanina. Tal y como es de suponer el contenido de aminoácidos es menor tras la fermentación: debido en parte a que la mayoría de ellos de una forma u otran entran en el metabolismo de las levaduras.
Entre los compuestos nitrogenados que posee el vino se encuentra las proteínas, en concentraciones de mosto que van desde los 100 mg/l a los 840 mg/l. Durante la fermentación el contenido de proteína puede descender casi un 40%. Las proteínas actúan como zwitteriones, bajo ciertas circunstancias pueden coagular dando lugar a inestabilidad en el vino. Quitar estas proteínas inestables del vino es uno de los objetivos de la clarificación, uno de los agentes más empleados es la bentonita y el otro es el gel de sílice.

Compuestos fenólicos

Los compuestos químicos en forma de polifenoles son abundantes en el vino y es quizás uno de los compuestos que proporciona más atributos al vino. Es importante remarcar que tras los carbohidratos y los ácidos son el tercer compuesto más importante. Se tratan en muchos casos de un metabolito secundario de la uva que se concentran en la piel y en las semillas (pepitas). Los polifenoles afectan directamente a los sabores, a los olores y otras capacidades sensitivas del vino, es por esta razón por la que los viticultores cuidan en detalle de su evolución durante las fases de vinificación. La concentración de polifenoles en el mosto depende en gran medida de la variedad de vitis vinífera y del clima en el que se haya cultivado. La concentración y ratio de los diferentes polifenoles depende igualmente en gran medida de la forma en que se haya procesado la uva. por ejemplo, en los vinos blancos que han tenido poco contacto con los hollejos de la uva hay unas concentraciones diferentes de las observadas en los vinos tintos.

Fenol, básicamente es un anillo bencénico con un grupo alcohol.
Uno de los compuestos son los taninos, son compuestos fenólicos muy reactivos. en solución pueden reaccionar con las proteínas y precipitar. Otro compuesto fenólico son las antocianinas que aportan color a los vinos, estos colorantes naturales pueden blanquearse (perder su color) por la acción de diversos agentes u operaciones químicas tales como la oxidación o la reducción, en muchos casos la acidez mantiene el color (viraje). Los fenoles ocupan un papel muy importante en los procesos de oxidación del vino (oxidación fenólica) y es una de las reacciones más habituales en la maduración de los vinos tintos.

Constituyentes inorgánicos

En la analítica vinícola se analiza a veces el contenido de cenizas, que resulta ser los restos inorgánicos existentes en el vino. La mayoría de los compuestos son carbonatos y óxidos. El metal más abundante en las frutas de la vitis vinífera es el potasio. En muchos casos el contenido de potasio se ve afectado por las condiciones climáticas, por ejemplo los climas cálidos poseen mayor contenido en potasio que los fríos.




Durante la fermentación se acumula en forma de gas el dióxido de azufre (SO2) en una proporción que va desde 12 hasta 64 mg/litro y es empleado como fumigante de las cubas. Ocasionalmente se han detectado trazas de plomo debido a las cápsulas de las botellas, que han migrado su contenido a través del tapón de corcho.

THE AGING OF WINE

The aging of wine, and its ability to potentially improve in quality, distinguishes wine from most other consumable goods. While wine is perishable and capable of deteriorating, complex chemical reactions involving a wine's sugars, acids and phenolic compounds (such as tannins) can alter the aroma, color, mouthfeel and taste of the wine in a way that may be more pleasing to the taster. The ability of a wine to age is influenced by many factors including grape variety, vintage, viticultural practices, wine region and winemaking style. The condition that the wine is kept in after bottling can also influence how well a wine ages and may require significant time and financial investment.



The Italian wine Tignanello is a blend of Sangiovese, Cabernet Sauvignon and Cabernet franc—varieties which usually have aging potential.


What wine can age?

Only a few wines have the ability to significantly improve with age. Master of Wine Jancis Robinson notes that only around the top 10% of all red wine and top 5% of all white wines can improve significantly enough with age to make drinking more enjoyable at 5 years of age than at 1 year of age. Additionally, Robinson estimates, only the top 1% of all wine has the ability to improve significantly after more than a decade. It is her belief that more wine is consumed too old, rather than too young, and that the great majority of wines start to lose appeal and fruitiness after 6 months in the bottle.

In general, wines with a low pH (such as Pinot noir and Sangiovese) have a greater capability of aging. With red wines, a high level of flavor compounds, such as phenolics (most notably tannins), will increase the likelihood that a wine will be able to age. Wines with high levels of phenols include Cabernet Sauvignon, Nebbiolo and Syrah. The white wines with the longest aging potential tend to be those with a high amount of extract and acidity. The acidity in white wines plays a similar role that tannins have with red wines in acting as a preservative. The process of making white wines, which includes little to no skin contact, means that white wines have a significantly lower amount of phenolic compounds, though barrel fermentation and oak aging can impart some phenols. Similarly, the minimal skin contact with rosé wine limits their aging potential.

After aging at the winery most wood-aged Ports, Sherries, Vins doux naturels, Vins de liqueur, basic level Ice wines and sparkling wines are bottled when the producer feels that they are ready to be consumed. These wines are ready to drink upon release and will not benefit much from aging. Vintage Ports and other bottled-aged Ports & Sherries will benefit from some additional aging, as can vintage Champagne.In 2009, a 184-year-old bottle of Perrier-Jouët was opened and tasted, still drinkable, with notes of "truffles and caramel", according to the experts.


Wines with little to no aging potential

A guideline provided by Master of Wine Jancis Robinson
  • German QBAs
  • Asti and Moscato Spumante
  • Rosé and blush wines like White Zinfandel
  • Branded wines like Yellow Tail, Mouton Cadet, etc.
  • European table wine
  • American jug & box wine
  • Inexpensive varietals (with the possible exception of Cabernet Sauvignon)
  • The majority of Vin de pays
  • All Nouveau wines
  • Vermouth
  • Basic Sherry, Ports

Wines with some aging potential

A guideline provided by Master of Wine Jancis Robinson. Note that vintage, wine region and winemaking style can influence a wine's aging potential so Robinson's suggestion of years are very rough estimates of the most common examples of these wines.
  • Botrytized wines (5–25 yrs)
  • Chardonnay (2–6 yrs)
  • Riesling (2–30 yrs)
  • Hungarian Furmint (3–25 yrs)
  • Loire Valley Chenin blanc (4–30 yrs)
  • Hunter Valley Semillon (6–15 yrs)
  • Cabernet Sauvignon (4–20 yrs)
  • Merlot (2–10 yrs)
  • Nebbiolo (4–20 yrs)
  • Pinot noir (2–8 yrs)
  • Sangiovese (2–8 yrs)
  • Syrah (4–16 yrs)
  • Zinfandel (2–6 yrs)
  • Classified Bordeaux (8–25 yrs)
  • Grand Cru Burgundy (8–25 yrs)
  • Aglianico from Taurasi (4–15 yrs)
  • Baga from Bairrada (4–8 yrs)
  • Hungarian Kadarka (3–7 yrs)
  • Bulgarian Melnik (3–7 yrs)
  • Croatian Plavac Mali (4–8 yrs)
  • Georgian Saperavi (3–10 yrs)
  • Madiran Tannat (4–12 yrs)
  • Spanish Tempranillo (2–8 yrs)
  • Greek Xynomavro (4–10 yrs)


Classified Bordeaux like this 1982 Château Ducru-Beaucaillou have aging potential.


Factors and influences

The ratio of sugars, acids and phenolics to water is a key determination of how well a wine can age. The less water in the grapes prior to harvest, the more likely the resulting wine will have some aging potential. Grape variety, climate, vintage and viticultural practice come into play here. Grape varieties with thicker skins, from a dry growing season where little irrigation was used and yields were kept low will have less water and a higher ratio of sugar, acids and phenolics. The process of making Eisweins, where water is removed from the grape during pressing as frozen ice crystals, has a similar effect of decreasing the amount of water and increasing aging potential.

In winemaking, the duration of maceration or skin contact will influence how much phenolic compounds are leached from skins into the wine. Pigmented tannins, anthocyanins, colloids, tannin-polysaccharides and tannin-proteins not only influence a wine's resulting color but also act as preservatives. During fermentation adjustment to a wine's acid levels can be made with wines with lower pH having more aging potential. Exposure to oak either during fermentation or after during barrel aging will introduce more phenolic compounds to the wines. Prior to bottling, excessive fining or filtering of the wine could strip the wine of some phenolic solids and may lessen a wine's ability to age.



Storage conditions can influence a wine's aging ability.
The storage condition of the bottled wine will influence a wine's aging. Vibrations and heat fluctuations can hasten a wine's deterioration and cause adverse effect on the wines. In general, a wine has a greater potential to develop complexity and more aromatic bouquet if it is allowed to age slowly in a relatively cool environment. The lower the temperature, the more slowly a wine develops.On average, the rate of chemical reactions in wine double with each 18 °F (8 °C) increase in temperature. Wine expert Karen MacNeil, recommends keeping wine intended for aging in a cool area with a constant temperature around 55°F (13°C). Wine can be stored at temperatures as high as 69°F (20°C) without long term negative effect. Professor Cornelius Ough of the University of California, Davis believes that wine could be exposed to temperatures as high as 120 °F (49 °C) for a few hours and not be damaged. However, most experts believe that extreme temperature fluctuations (such as repeated transferring a wine from a warm room to a cool refrigerator) would be detrimental to the wine. The ultra-violet rays of direct sunlight should also be avoided because of the free radicals that can develop in the wine and result in oxidation.

Wines packaged in large format bottles, such as magnums and 3 liter Jeroboams, seem to age more slowly than wines packaged in regular 750 ml bottles or half bottles. This may be because of the greater proportion of oxygen exposed to the wine during the bottle process. The advent of alternative wine closures to cork, such as screw caps and synthetic corks have opened up recent discussions on the aging potential of wines sealed with these alternative closures. Currently there are no conclusive results and the topic is the subject of ongoing research. 



Bottle sickness


One of the short-term aging needs of wine is a period where the wine is considered "sick" due to the trauma and volatility of the bottling experience. During bottling some oxygen is exposed to the wine, causing a domino effect of chemical reaction with various components of the wine. The time it takes for the wine to settle down and have the oxygen fully dissolve and integrate with the wine is considered its period of "bottle shock". During this time the wine could taste drastically different than it did prior to bottling or how it will taste after the wine has settled. While many modern bottling lines try to treat the wine as gently as possible and utilize inert gases to minimize the amount of oxygen exposure, all wine goes through some period of bottle shock. The length of this period will vary with each individual wine.


Dumb phase


During the course of aging a wine may slip into a "dumb phase" where its aromas and flavors are very muted. In Bordeaux this phase is called the age ingrat or "difficult age" and is likened to a teenager going through adolescence. The cause or length of time that this "dumb phase" will last is not yet fully understood and seems to vary from bottle to bottle.



Effects on wine

As red wine ages, the harsh tannins of its youth gradually give way to a softer mouthfeel. An inky dark color will eventually fade to a light brick red. These changes occur due to the complex chemical reactions of the phenolic compounds of the wine. In processes that begin during fermentation and continue after bottling, these compounds bind together and aggregate. Eventually these particles reach a certain size where they are too large to stay suspended in the solution and precipitate out. The presence of visible sediment in a bottle will usually indicate a mature wine. The resulting wine, with this loss of tannins and pigment, will have a paler color and taste softer, less astringent. The sediment, while harmless, can have an unpleasant taste and is often separated from the wine by decanting.



As vintage Port matures, sediments develop in the wine that are often left in the bottle when the wine is decanted.

During the aging process, the perception of a wine's acidity may change even though the total measurable amount of acidity is more or less constant throughout a wine's life. This is due to the esterification of the acids, combining with alcohols in complex array to form esters. In addition to making a wine taste less acidic, these esters introduce a range of possible aromas. Eventually the wine may age to a point where other components of the wine (such as a tannins and fruit) are less noticeable themselves, which will then bring back a heightened perception of wine acidity. Other chemical processes that occur during aging include the hydrolysis of flavor precursors which detach themselves from glucose molecules and introduce new flavor notes in the older wine and aldehydes become oxidized. The interaction of certain phenolics develop what is known as tertiary aromas which are different from the primary aromas that are derived from the grape and during fermentation.



An aged Malmsey Madeira shows the color change that white wines goes through as they age.


As a wine starts to mature, its bouquet will become more developed and multi-layered. While a taster may be able to pick out a few fruit notes in a young wine, a more complex wine will have several distinct fruit, floral, earthy, mineral and oak derived notes. The lingering finish of a wine will lengthen. Eventually the wine will reach a point of maturity, when it is said to be at its "peak". This is the point when the wine has the maximum amount of complexity, most pleasing mouthfeel and softening of tannins and has not yet started to decay. When this point will occur is not yet predictable and can vary from bottle to bottle. If a wine is aged for too long, it will start to descend into decrepitude where the fruit tastes hollow and weak while the wine's acidity becomes dominant.

The natural esterification that takes place in wines and other alcoholic beverages during the aging process is an example of acid-catalysed esterification. Over time, the acidity of the acetic acid and tannins in an aging wine will catalytically protonate other organic acids (including acetic acid itself), encouraging ethanol to react as a nucleophile. As a result, ethyl acetate – the ester of ethanol and acetic acid—is the most abundant ester in wines. Other combinations of organic alcohols (such as phenol-containing compounds) and organic acids lead to a variety of different esters in wines, contributing to their different flavours, smells and tastes. Of course, when compared to sulfuric acid conditions, the acid conditions in a wine are mild, so yield is low (often in tenths or hundredths of a percentage point by volume) and take years for ester to accumulate.

sábado, 25 de junio de 2011

CRIANZA DEL VINO

FASES DE LA CRIANZA

Nos centramos en los vinos más demandados o habituales como son los vinos tranquilos, y dentro de éstos en los tintos, que son prácticamente mayoría dentro del total de vinos de crianza.

Fases de la crianza
1.-Fase Oxidativa (MADERA)
2.-Fase Reductora (BOTELLA)

1) Fase de madera
En esta fase el vino está sometido a una suave pero prolongada oxigenación:
Suave, pues es la que se produce por la pequeña cantidad de oxígeno que entra por los pequeños orificios de la barrica o duelas; este oxígeno se disuelve en el vino y se combina con sus componentes.
Esta acción oxidativa suave, mantenida durante un cierto periodo de tiempo, hace evolucionar al vino: el color rojo-violáceo de los vinos tintos jóvenes tiende a transformarse en rojo-teja debido a la oxidación de los taninos y a reacciones de condensación de taninos y antocianos (los responsables del color de los vinos jóvenes).
En los vinos de largo envejecimiento los antocianos llegan a desaparecer y el color se torna a tonos más rojo-teja con algún leve matiz amarilláceo en algunos casos más evolucionados.


A su vez la madera aporta componentes propios que mejoran y se unen a los propios del vino, como son los taninos de la madera que intervienen decisivamente en el sabor y los aldehídos que van a influenciar sobremanera el aroma del vino.
Los tipos de madera utilizados son fundamentalmente el roble en sus diferentes variedades: roble americano y roble francés (Allier Limousin).



Durante todo este periodo es conveniente que las barricas estén completamente llenas ya que si no fuese así, se aceleraría y desequilibraría la crianza, por lo que hay que estar continuamente rellenándolas. Este es una muy laboriosa operación de bodega que se denomina "El relleno".

Otra labor importante es "El trasiego", hay que trasvasar el vino de unas barricas a otras (3-4 veces al año) para ir eliminando los depósitos que se forman en el fondo del barril como consecuencia de la sedimentación natural de las partículas del vino y por otro lado se consigue una aireación más enérgica, beneficiosa para la evolución de ciertas sustancias benefactoras de la calidad en el vino.


 

2) Fase de botella

También denominada envejecimiento en botella. Si en la fase de madera predominaba el ambiente ligeramente oxidativo, en esta fase el ambiente es totalmente reductor, al abrigo del oxígeno.
Es la ausencia total de éste lo que hace que ciertos sabores y aromas adquiridos en la fase de madera se potencien en este periodo, "afinándose", se llega a generar lo que se denomina el "bouquet" del vino.  

Para que esta ausencia de oxígeno sea total, las botellas han de reposar en posición horizontal, con esto se consigue que el líquido contacte con el corcho, lo hinche y así evite que entre aire desde fuera.
La duración de esta fase es variable:
Por ejemplo, si es un vino que ha estado antes dos años en madera, según tipos, zonas y evolución de las uvas para vino de envejecimiento, se le suele dar un mínimo de otro año en botella, dos, tres, e incluso cuatro o seis….

Sobre esto no hay ninguna fórmula matemática que nos indique el tiempo adecuado, depende de la evolución del vino, de la experiencia del bodeguero comparándolo con otros años, etc.

Condiciones ambientales de la crianza (en sus dos fases)
Temperatura.- debe ser homogénea: entre 12-16 º es lo ideal, valores superiores aceleran la crianza produciendo vinos menos finos.
Luz.- debe ser escasa, tenue.
Humedad.- En torno al 85%, valores inferiores dan lugar a considerables mermas en las barricas; las zonas de crianza suelen ser cavas subterráneas, cuevas o zonas especialmente acondicionadas para obtener estas condiciones.
Ausencia de aromas extraños.
Ausencia de ruidos.
Posición horizontal de las botellas. 

COUPAGE

"Coupage": es la mezcla de diferentes tipos de uvas para buscar un equilibrio y mayor complejidad en el vino; otras veces es para neutralizar en parte o totalmente determinadas características no deseables de una determinada variedad de uva.

Ejemplo:

Habla del Silencio
DO: Trujillo
Coupage: Syrah, Cabernet Sauvignon y Tempranillo.
Nota de cata: De color intenso y vivo este vino destaca por sus notas frutales de cereza, grosella y moca, con notas especiadas de pimienta y romero.

EL BOUQUET

Por bouquet entendemos las características de color, sabor y aroma que sólo consiguen ciertos vinos con su evolución en el tiempo.

El periodo de tiempo del que hablamos es lo que se denomina periodo de crianza del vino, que suele comenzar con un reposo en barriles de roble y se complementa posteriormente con un periodo de reposo en botella de vidrio.

viernes, 24 de junio de 2011

CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES VINOS TRANQUILOS

CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE VINOS TRANQUILOS

BLANCOS JOVENES
Color: por lo general, tendencia a amarillos tono paja o verdoso, más o menos ligero, tienden a amarillos pálidos o dorados en los blancos con envejecimiento, que no es lo mismo que el color parduzco de algunos blancos, que son consecuencia de una mala conservación o que están pasados. Suelen ser brillantes, debido sobre todo a la acidez.
Aroma: pueden ser muy variados, aunque los que se dan con más frecuencia son los de frutas (melocotón, manzana, pera, limón, etc.) y florales, aunque se pueden dar también aromas a frutos secos (avellana, almendra), vegetales, ó especias.
Boca: las sensaciones gustativas básicas son cuatro: ácido, salado, amargo y dulce. En los blancos, predominan las sensaciones ácidas, que dan lugar a una sensación de frescor en estos vinos, factor que se refuerza tomando el vino a baja temperatura, de 6-10 Cº. Suelen ser vinos fluidos, con un buen paso de boca, no untuosos. 

TINTOS JOVENES
Color: rojo-violáceo o púrpura, intenso.
Aroma: fundamentalmente afrutado, sobre todo frutos silvestres tipo grosella o frambuesa, aunque se pueden dar olores de casi todas las gamas (especiada, flores, especias, etc.).
Boca: generalmente suave, no cálido, con cuerpo moderado y sabroso. Para que sean equilibrados, no debe predominar el sabor dulce y cálido del alcohol sobre los sabores característicos de los tintos que son los sabores ácido, astringente y amargos (estos dos últimos los da el proceso de maceración), ni éstos, sobre todo el sabor astringente (comunica al labio y paladar una sensación de pegajosidad) sobre los sabores que comunica el alcohol. Hay que evitar pues, una acidez y tanicidad alta, estos dos factores conjuntados dan lugar a vinos duros y astringentes, difíciles de consumir. 

TINTOS CRIANZA
Color: tendencia al color rojo rubí o teja (colores debidos a la crianza por un proceso de condensación de taninos).
Aroma: resalta la madera (de roble normalmente, americano ó francés), y los aromas de oxidación-redución (los primeros debidos a la fase de madera o barrica y los segundos debidos a la fase de envejecimiento en botella), ambos aromas pueden ser muy complejos, encontrándose frecuentemente aromas tostados, a especias, de la serie animal, frutos secos, etc.
Algunos tintos de crianza (sobre todo los grandes reservas) desarrollan aromas únicos, originales o de gran calidad, es lo que se suele denominar el "bouquet".
Boca: sensación de fuerza, complejidad, cuerpo, persistencia, muy agradables al paladar. La complejidad aromática de los vinos es infinitamente extensa.
Se han descrito más de 500 compuestos químicos aromáticos en él, siendo ciertos tipos de compuestos los que ocasionan los mejores o más frecuentes olores del vino. Estos son: aldehídos, alcoholes, ésteres, terpenos, ac. grasos, etc.
Estos compuestos químicos ya se encuentran presente en la uva, o se forman durante el proceso de elaboración y maduración del vino.


Algunos ejemplos:
PIRAZINAS.- Dan lugar a aroma a pimiento verde, muy típico de la variedad Cabernet-sauvignon.
ETILCAPRILATO.- Da lugar a olor a piña en la variedad Chardonnay.
TERPENOS.- Olores delicados e intensos en las variedades como Moscatel, Riesling, Pedro Ximenex, etc.
ALDEHIDO VANILLICO.- Olor a vainilla, típico del roble usado en la crianza en madera.
ALDEHIDO BENZOICO.- Olor a almendra amarga, muy típico de muchos vinos blancos.
CUMARINAS.- Olor a heno cortado.

A HISTORY OF WINE PART.6

A HISTORY OF WINE PART.5

jueves, 23 de junio de 2011

TRES FACTORES FUNDAMENTALES

La variedad de vinífera junto al clima y al suelo son los tres factores determinantes de la calidad del fruto.
Los diferentes suelos y climas junto a la variedad de vinífera, tienen una incidencia directa sobre el sabor, color y aroma del vino posterior.
Estos tres factores, unidos a la forma de elaboración del vino, son los factores determinantes en las características del vino final. A continuación los describimos con detalle:


1- Tipo de uva (de vinífera)
El tipo de uva es determinante, pues aún en diferentes condiciones de clima y suelo, otorga al vino unas características propias y peculiares.
Ejemplos: La uva Cabernet-Sauvignon en bastantes de los diferentes países donde se cultiva produce vinos con un aroma característico a "pimiento verde".
La uva Tempranillo suele manifestar aromas característicos a frutos rojos del bosque (frambuesa, grosella, etc.) cuando es un vino joven.
La uva Moscatel transmite al vino una variada suerte de aromas florales: jazmín, rosa, nardo…   
2- El suelo
Debido a la gran diversidad de suelos existentes, se trasladan al vino características de cada tipo, dando lugar a vinos típicos de ese terreno (el "terroir" en el argot vinícola).
Mientras más original sea el suelo, más lo es el vino producido de las uvas que están en él, dándose casos de vinos en los que en la etiqueta se señala destacadamente que procede de tal pago o zona, donde el suelo del viñedo es único por su composición, textura (arcillas, arenas, limos).
La importancia del suelo se debe a que las raíces de la planta van absorviendo sustancias que se encuentran en él.
Los vinos de mayor calidad suelen provenir de suelos más bien pobres en materia orgánica y calizos y poco húmedos. Son los suelos cercanos a mares, océanos y grandes ríos los que suelen ser de mayor calidad para el viñedo y la buena maduración de la uva.
Ejemplo de esto último tenemos varios: Río Garona (Burdeos), Río Duero (Ribera del Duero, Oporto, Toro), Río Rhin (Alsacia).
Ejemplo de tipos de suelo y vinos correspondientes:
Calizos: vinos con gran cuerpo, alcohólicos, buenos para crianza.
Arcillo-calizos: vinos finos, delicados, con bouquet.
Arenosos: vinos brillantes, ligeros, alcohólicos.
Arcillosos: vinos no muy finos
Ejemplo de una zona de vinos de gran calidad:
El Priorato, son vinos de gran calidad producidos en una zona espectacularmente montañosa de la provincia de Tarragona, que tiene unos suelos llamados "llicorella" de origen volcánico, pizarra negra y cuarcita roja.
Esta peculiaridad de suelo se traduce después en una serie de características y componentes que se trasladan al vino y los hace de lo más original y de una altísima calidad. 

3- El clima
Similarmente al suelo, la gran variedad de climas es directamente proporcional a la gran variedad de vinos.
Tanto la temperatura, como las precipitaciones, como la humedad ambiental y otras influencias del medio como puede ser la cercanía del océano, río o montañas, son todos factores que inciden en la calidad y cantidad de las uvas.
En la geografía vitícola de calidad suelen predominar los climas templados, con un número de horas de sol al año elevado y precipitaciones normales o escasas pero bien repartidas.
Ejemplos de vino de calidad determinados por el clima de la región:
Vinos de Jerez y Sanlúcar: la mayor o menor incidencia de los vientos húmedos de poniente y la cercanía al Atlántico es uno de los factores que otorgan características diferentes a los vinos finos producidos en Jerez y a las manzanillas producidas en Sanlúcar de Barrameda.
Vinos de licor de Sauternes: la acción del sol y de la humedad nocturna-matinal en el otoño de esta región de Burdeos favorece la acción de un hongo que al actuar sobre la uva provoca una mejoría en ésta para dar lugar a uno de los vinos licorosos más cotizados del mundo: el Sauternes.